El convento franciscano del que hacía parte la casa y la adyacente Abadía de la Misericordia entraron luego en el complejo de la Escuela vieja de la Misericordia. En particular, los edificios que ahora hospedan casa Baseggio, de convento se hicieron una especie de hospicio para los hermanos pobres de la Escuela de la Misericordia, hasta la caída de la Serenísima, en el 1797, cuando por orden de Napoleón todas la Escuelas venecianas fueron vetadas. La casa, después de ese acontecimiento y hasta hoy en día, se hizo demora de privados.
La Escuela vieja de la Misericordia es un edificio de notables dimensiones situado largo la fondamenta de la Abadía de la Misericordia. Erecta en 1310 fue luego más veces ampliada, hasta incluyr el adyacente convento franciscano. La fachada actual tiene origenes en el XV siglo. Poco lejo surge la Escuela nueva de la Misericordia, cuya construcción por obra del Sansovino tiene origenes en la mitad del XVI siglo.
Las así llamadas Escuelas venecianas eran edificadas por corporaciones de trabajos, compuestas por hermandades. Las sedes de tales instituciones de caridad o religiosas, con fines asistenciales sin embargo al mismo tiempo corporativas, tenían que representar la fuera y la riqueza de las hermandades y eran (y lo son todavía) ricas de obras de arte. En ciudad son activas aún hoy en día la Escuela Grande de San Rocco en cuya sede es hospedado el famoso ciclo de pinturas del Tintoretto y la Escuela Grande de San Teodoro. Las otras Escuelas se han vuelto en sedes de Museos o instituciones culturales.
La denominación del Sestiere de Cannaregio, en el que se encuentra la casa, se asoma probablemente a una corrupción del antiguo Cannarecium, o sea lugar donde crecían cañas en grande cantidad. Esta hipótesis es confirmada por un documento del 1410 que recita: “Cannaregio impercioché era chanedo et paludo con chanelle” (Cannaregio porque tenía cañas y era un pantano con cañas”) y, además, por una antigua cronica en la que se cuenta que una de las más viejas familias venecianas, los Malipiero, se instaló en esta zona y utilizó las cañas para construir las embarcaciones, en efecto con el fuego producido por la combustión de las cañas se derritaba la pez que venía utilizada para impermeabilizar las embarcaciones.